Jugadores de Rangers de Talca motivan a los niños, niñas y adolescentes a no rendirse
Cerca de 30 niños, niñas y adolescentes del centro de protección Entre Silos del Sename, tuvieron la oportunidad de conocer a los ídolos del fútbol talquino y de compartir las historias de superación que cada rojinegro tuvo que pasar para convertirse en profesional del balón pie.
En la ocasión se contó con la presencia de los jugadores Bruno Romo, Joaquín Verdugo, Jefferson Castillo y Mariano Celasco, quienes contaron sobre las complejidades a las que se ven enfrentados en cada partido, las que van resolviendo con unidad y trabajo mancomunado. Los niños, niñas y adolescentes empatizaron con los deportistas y realizaron consultas de cómo afrontaban ciertas situaciones difíciles ya sea dentro del campo de juego o en sus vidas.
A medida que avanzaba la intervención, el capitán Bruno Romo fue cautivando la atención de los niños presentes en la residencia, quienes escuchaban atentamente las palabras de aliento del líder deportivo, quien destacó que nunca se debe bajar los brazos y dejarse llevar por una frustración, sino que se tiene que seguir luchando para lograr metas. “La tarea no es solamente de Sename, es de todos. El conflicto radica muchas veces en la sociedad que es muy egoísta, se tienden a alejar un poco”, enfatizó Romo.
Por su parte, Joaquín Verdugo, delantero del equipo, dio a conocer su felicidad comentando que “yo no esperaba recibir tanto cariño de parte de los chicos, ellos me conocen, más que nada porque han ido a los partidos y ahora que los tengo aquí al lado es una emoción”.
“La motivación es parte de cada uno por lo que no deben frustrarse, yo creo que son chicos aún. La vida es larga y ellos pueden ir creciendo con sus sueños, con las metas que quieran tener y para eso deben ir por el buen camino”, expresó Verdugo.
Por último, Ana Cecilia Retamal, directora regional del Sename, agradeció la visita de los jugadores de Rangers: “Ellos han generado un espacio muy especial para los niños y niñas, quienes de alguna manera ven reflejadas su historia de vida y sus anhelos de superación. Esta actividad, enmarcada como una charla motivacional, incentiva y es un refuerzo positivo para que los niños entiendan que existe un espacio para sus sueños y que si se quiere, con esfuerzo y perseverancia todo es posible”.