Intervención artística busca reforzar la socialización y fortalecer la reinserción, a través del voluntariado comunitario.

Como ya se ha vuelto habitual, cada dos sábados al mes, un grupo de jóvenes del centro de justicia juvenil semicerrado de Calera de Tango, perteneciente al Servicio Nacional de Menores (Sename) de la Región Metropolitana, hacen su aporte a la comunidad a través de la creación artística de murales que pintan en diversos establecimientos de Santiago, especialmente jardines infantiles y colegios.

En esta oportunidad, los muros del jardín infantil ‘Las Pequitas’ de la comuna de Recoleta fueron los beneficiados con esta generosa acción, que ya ha sido apoyada en dos oportunidades por el Fondo Nacional de Desarrollo Cultural y las Artes (Fondart).

La iniciativa, que ya cuenta con siete años de vida, busca fortalecer las habilidades blandas y relaciones sociales de los jóvenes a través del voluntariado comunitario, formando equipos de trabajo con las tías parvularias y otros funcionarios de los establecimientos que también participan de la actividad.

“Valoramos mucho esta iniciativa porque es una acción concreta de inserción social para los jóvenes, que van desarrollando diversas habilidades como la empatía y la valoración social, entre otras. Todas ellas van en absoluta sintonía con los planes de intervención que lleva nuestro centro”, puntualizó Marcel Santibáñez, director del centro semicerrado de Calera de Tango.