Funcionarios del Sename La Araucanía se capacitan en modelo de intervención con niños, niñas y adolescentes con compromiso delictual
La capacitación impartida a 25 funcionarios la realizó el Departamento de Psicología de la Universidad de La Frontera.
Con el objeto de instalar mayores competencias en los equipos técnicos y de intervención directa con niños, niñas y adolescentes de los centros del Sename en la Región de La Araucanía, en la Universidad de la Frontera se realizó un curso especializado sobre el Modelo Multidimensional de Intervención Diferenciada con Adolescentes (Mmida).
La capacitación fue impartida por la Universidad de la Frontera (Ufro) y constaba de 20 horas cronológicas de las cuales 16 fueron presenciales y 4 de modalidad e-learning.
De acuerdo a lo expresado por Alba Zambrano, académica del Departamento de Psicología y directora del Magíster en Psicología Comunitaria de esta casa de estudios, el modelo de intervención Mmida ha sido desarrollado por profesionales de la Ufro y permite proveer de elementos comprensivos y operativos para la intervención con jóvenes con compromiso delictivo, haciendo distinción respecto de aquellos que por su trayectoria de vida han ido desarrollando dificultades más persistentes que derivan en la transgresión de normas, pero también otro conjunto de comportamientos que implican dificultad para él y otras personas situadas en su entorno, como la violencia y el consumo de drogas, entre otras. “Este modelo procura hacer una sintonía entre los recursos de intervención y las necesidades específicas que los adolescentes presentan en función del compromiso particular que tienen respecto de procesos de desadaptación”, indicó Zambrano.
Para la directora regional del Sename, Ximena Oñate, la experiencia formativa a la que se sometieron 25 funcionarios de los cuatro centros de administración directa del Sename y que laboran directamente con niños, niñas y adolescentes, permitió identificar conceptos distintivos entre delincuencia transitoria, persistente y compleja; elaborar planes de intervención claros, técnicamente validos; y, contar con herramientas de evaluación. “Esta es una constatación concreta de que como Sename estamos asumiendo los desafíos que la intervención y complejidad de niños, niñas y adolescentes requiere en el desempeño de sus trabajadores, tanto de justicia juvenil como de protección”, concluyó.