Durante más de 4 meses trabajaron asesorados por dos educadoras de trato directo y acompañados por el área de Educación y Ocupación del centro.

“Ellos se motivaron y comprendieron que también hay chicos que, aunque no están privados de libertad, tienen sufrimiento en sus vidas”. Así resumió Janeth Aguirre, educadora de trato directo del centro de justicia juvenil de Limache, el resultado logrado con los jóvenes en internación provisoria, que elaboraron libros con el método Montessori y fueron donados al Centro de Educación Especial Bellavista.

Esta entrega solidaria fue exhibida en una feria de servicios en la institución educativa, donde Aguirre actuó en un doble rol, como apoderada y como educadora de trato directo, al mostrar con orgullo lo conseguido por cerca de 10 jóvenes imputados, luego de 4 meses de trabajo donde también participó su compañera, Verónica Retamal, y el área de educación del centro de justicia juvenil.

Reconoció que “trabajar con los chicos en un contexto difícil para ellos como es estar encerrados, hace que puedan motivarse”.

Los libros no solo son expresiones de creatividad, sino que agrupan técnicas de textura, formas, y colores, que estimulan la educación especial a través del desarrollo sensorial de niñas y niños con situaciones de discapacidades diversas.

Rachid Alay, director regional (s) del Servicio Nacional de Menores (Sename) Valparaíso, destacó el empeño y compromiso de las educadoras y señaló que es necesario “reconocer estos esfuerzos tan valiosos y el resultado al hacer un trabajo tan delicado que va a favorecer directamente a niñas y niños que tienen algún tipo de discapacidad. Son actitudes y trabajos loables”.

A este reconocimiento se sumó Denisse Vargas, asistente social de la escuela Bellavista, quien expresó que “recibimos esto con mucha alegría y agradecimiento porque entendemos el trabajo que conlleva la materialización de este proyecto, sobre todo para nuestra apoderada que es Janet. Los jóvenes hicieron el bien sin mirar a quien, y ahora está en nuestras manos para los alumnos”.

Es la primera vez que esta institución educativa cuenta con libros que buscan un entorno estimulante para sus estudiantes. “No habíamos contado con un libro así para trabajar con los chiquillos que incluyera la fase sensorial y cognitiva. El libro está impecable”, afirmó la asistente social.