Sename Atacama lanza Libro de Vida para residencias
El texto está destinado a registrar acontecimientos y logros positivos de niños y niñas hasta los 9 años de edad, los cuales lleven un tiempo determinado de permanencia en residencias de protección.
Con la presencia del intendente de Atacama, Miguel Vargas; el seremi de Justicia y Derechos Humanos, Manuel Catalán; la directora regional (s) del Sename, Juana Núñez; y la coordinadora del Consejo de la Infancia, Marcia Quezada, entre otras autoridades locales, el Servicio Nacional de Menores (Sename) Atacama lanzó e hizo entrega del Libro de Vida a las residencias de protección Nazareth y Manantial de Copiapó, y a la residencia Maravilla, de Freirina.
En la oportunidad, la directora regional (s) de Sename, Juana Núñez y la supervisora técnica de la Unidad de Protección y Restitución de Derechos (Uprode), Claudia Iribarren, dieron a conocer a los presentes los alcances y aplicación de este instrumento psicotécnico, el que permitirá reconstruir y registrar los logros y acontecimientos positivos de los niños y niñas que permanecen en residencias de protección y familias de acogida.
“El Libro de Vida forma parte del plan de acción dispuesto por la directora nacional de Sename con énfasis en el cuidado alternativo, y en ese contexto se están desarrollando iniciativas para resguardar la calidad de las intervenciones que involucran la vida de todos los niños y niñas que ingresan al sistema de protección especializada”, aseguró Juana Núñez.
Por su parte, el seremi de Justicia y Derechos Humanos, Manuel Catalán, señaló que “en estos momentos en que el Gobierno ha impulsado la reestructuración del Sename, es fundamental impulsar la aplicación del Libro de Vida para dejar registros positivos de la vida del niño, mientras permanece en el sistema proteccional del Estado”.
El libro fue creado para niños y niñas hasta los 9 años de edad con el objetivo de contribuir a su desarrollo socioemocional, minimizando el impacto que causan los quiebres de vida en la configuración de su identidad desde el punto de vista psíquico y de salud mental. El educador de trato directo (ETD) es quien tiene más afinidad y cercanía con los niños en residencias, por lo que será el encargado de registrar los momentos y episodios más destacables en el día a día de cada caso.