La mascota fue elegida a través de un concurso realizado por la Oficina de Protección de Derechos (OPD) de la comuna.

Muy cariñoso y cercano salió bailando “El Perro” tras ser elegido como la mascota oficial de la Oficina de Protección de Derechos (OPD) de Valparaíso, luego que el Consejo Consultivo de la Infancia y Adolescencia lo seleccionara entre más de 150 dibujos, recogidos en instituciones educativas y residencias colaboradoras del Servicio Nacional de Menores (Sename).

La actividad se realizó en la escuela Teniente Julio Allende ubicada en el sector de Peñuelas.

Iluahami Cataldo de 10 años, estudiante de la escuela anfitriona, y Magdalena Baeza de 7 años, del colegio Leonardo Murialdo, fueron las ganadoras del concurso de elección de la mascota y ambas coincidieron en que lo propusieron “porque los perritos son amigos de las personas”.

El director regional (s) del Sename Valparaíso, Rachid Alay, aplaudió al nuevo aliado de los derechos de los niños y del buen trato.

“Extraordinario, son trabajos que están haciendo nuestras OPD en la región, por ahora Quintero con Valparaíso ya tienen sus mascotas, y esto motiva a los niños a hacer volar la imaginación, a dar identidad a los lugares donde viven y esperamos que aprovechen y plasmen sus opiniones en todas las instancias de participación”, aseguró.

Alay agregó que “El Perro”, aún sin nombre, “tendrá que utilizar todas sus habilidades caninas para que sea guardián y fiel de los derechos de los niños”.

Durante la presentación formal, se mostró un video donde el alcalde Jorge Sharp le entregaba las indicaciones pertinentes a la nueva mascota, para que cumpliera con su función de cuidar y proteger a las niñas y niños.

Para Carolina Soto, coordinadora de la OPD Valpo, la selección “fue un arduo trabajo que inició con la Universidad de Playa Ancha a través de los alumnos en práctica de la carrera de psicología”, y con esto buscan que “los niños nos reconozcan con la mascota, nos permita abrir puertas y espacios de promoción de los derechos de la infancia”.

Andrés Miranda, director de la escuela Julio Allende de Peñuela, celebró que existieran programas como la Oficina de Protección de Derechos, porque “nos da un soporte importante para darle a entender a los niños la importancia del buen trato. La mascota es algo más cercano y les permite vivenciar con algo más simple”.