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16 de Mayo de 2017

Sename Valparaíso hace entrega del “Libro de Vida”

La herramienta aporta a la construcción de historia e identidad infantil, permitiendo trabajar con la infancia vulnerada que se encuentra en condiciones de cuidados alternativos.

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Didáctico, ilustrativo y de fácil comprensión, así es el “Libro de Vida”, una herramienta que busca recoger recuerdos y momentos importantes en la vida de la infancia expuesta a experiencias traumáticas y que se encuentra en condiciones de cuidados alternativos en residencias del Servicio Nacional de Menores (Sename).

Este trascendental insumo para la historia e identidad de las niñas y niños, fue entregado por el director regional (s) del Sename Valparaíso, Jorge Lavanderos, a las ocho residencias que atienden lactantes y primera infancia en la región.

“Es un tremendo aporte de parte del Sename y del Estado en general, en su carácter de garante principal de los derechos de la infancia y adolescencia; documentar la propia vida durante las circunstancias difíciles y dolorosas de la infancia, sin lugar a dudas que se convierte en un componente esencial en los procesos de restitución y resignificación de la experiencia”, aseguró Lavanderos.

Cada niño o niña tendrá en sus manos un libro y en él deberá registrar las diferentes etapas de su vida a través de fotos y otros recuerdos que ayuden a su reconstrucción de vida. Esta herramienta lo acompañará en todas las instancias de cuidado, ya sea en la residencia, en su regreso a la familia biológica o en su enlace adoptivo. Para el caso de los lactantes, el registro lo debe hacer el adulto que está a su cuidado.

Según lo explicó Gonzalo Silva, coordinador de la Unidad de Adopción, “esta herramienta es vital, ya que nos hemos dado cuenta que en los programas de búsqueda de orígenes una de las necesidades que más adolecen los usuarios es que, en ocasiones, no hay información concreta sobre su historia de vida. Es por ello que el “Libro de Vida” se constituye, para algunos casos, en la única herramienta para consultar sobre el pasado de los niños; los insumos que tienen que ver con lo cotidiano y sus experiencias son factores indispensables en la construcción de identidad”, indicó Silva.