La dirección regional del Sename Araucanía, en conjunto con la Fundación Tierra de Esperanza, la cual posee un programa especializado en la materia, relevaron la fecha con el objetivo de sensibilizar a la comunidad.

Una intervención urbana realizada en diversos puntos del centro de Temuco, buscó exponer y sensibilizar una dramática realidad que viven niños de la región de La Araucanía: la explotación sexual comercial infantil.

La expresión de denuncia fue realizada por el servicio en conjunto con organismos colaboradores de la institución, entre ellos el Programa Especializado de Explotación, Rukalaf, de la Fundación Tierra de Esperanza, y buscó sensibilizar a los transeúntes de la capital regional de La Araucanía sobre el daño asociado a la explotación sexual comercial infantil y su tipificación delictiva. Lo anterior, con el propósito de promover la denuncia de la población frente a este tipo de conductas, definidas como toda actividad en que una persona usa el cuerpo de un niño, niñas o adolescente para sacar provecho sexual y/o económico, basándose en una relación de poder.

Para Mabel Venegas, directora del Programa Especializado de Explotación Rukalaf, el fenómeno de la explotación sexual comercial es un flagelo dentro del cual se han atendido más de trescientos casos: “Alrededor del 70% de los niños y niñas cuyos derechos fueron vulnerados a través de este delito han sido tratados y concluido su proceso de intervención de manera efectiva y exitosa”, indicó.                                  

En tanto, el director regional (s) del Sename, Fernando Slater, señaló que “la explotación sexual infantil representa una de las más brutales formas de vulneración de niños y adolescentes, equivalente a una esclavitud moderna, y adopta diversas formas como el comercio sexual, la pornografía infantil y el turismo sexual.  El propósito para el servicio de conmemorar este día es sensibilizar a la comunidad sobre este fenómeno, entendiendo que la información es un medio de prevención y denuncia”.                                                                                                                                                                                                                                   

Se estima que en Chile existiría una cifra superior a los 3.700 casos, de los cuales casi el 80% son mujeres, cuyas edades fluctúan entre los 12 y 13 años y que en un su mayoría viven con sus familias, descartando el tópico que son niños, niñas y adolescentes que viven en situación de calle. Los números para la Región de La Araucanía precisan que desde 2005 a la fecha el Programa Especializado de Explotación Infanto-Juvenil ha pesquisado y atendido 306 casos de víctimas de esta grave vulneración de derechos.