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18 de Diciembre de 2017

Niños y niñas de protección resignifican su vida a partir de laboratorios artísticos

La iniciativa fortalece sus procesos reparatorios a través de distintas disciplinas artísticas, gracias al convenio entre el Sename La Araucanía y el Consejo Nacional de la Cultura y las Artes.

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Consciente del poder reparador de las manifestaciones artísticas, el Servicio Nacional de Menores (Sename) estableció un convenio de colaboración con el Consejo Nacional de la Cultura y las Artes de La Araucanía, a través del programa Centros de Creación (Cecrea), destinado a realizar laboratorios con niños y jóvenes de residencias y centros especializados de administración directa.

El convenio rindió sus primeros frutos con la exposición de un conjunto de trabajos fotográficos instalados en los salones del Cecrea, ubicado frente a la plaza Teodoro Schmidt en Temuco, derivados de la ejecución de laboratorios de artes integradas que, posteriormente, según comentó Eduardo Díaz, facilitador contratado por el órgano gubernamental de promoción artística, permitió a niños y adolescentes del centro de protección Alborada y las residencias María Ayuda y Francisco Valdés, representar su propia personalidad y anhelos por medio de la composición fotográfica. “El proceso al principio es lento, porque primero tenemos que generarles la confianza para luego abrir la mente, que empiecen a ver aquellos detalles que tienen en su entorno”, indicó Díaz.

Lo anterior fue refrendado por María Paz, de 17 años, residente del Hogar María Ayuda y madre de una hija de 1 año y 8 meses: “Desde que llegaron los tíos con este taller, me abrieron los ojos que tengo que vivir el momento porque ya no estoy sola, tengo a alguien que me agarra la mano y que necesita que su mamá este fuerte y firme para ella. Entonces, para mí el taller fue la luz que me dijo que estoy bien y debo aprovechar al máximo todas las oportunidades que se me están dando”.

En tanto, Carmen Luz Martínez, encargada de programación del Cecrea, explicó que lo que se busca con el convenio es que los laboratorios tengan llegada a los niños del Sename: “El arte se ha transformado en una herramienta de terapia, de reconstrucción y reparación, porque a través de éste el individuo tiene que indagar en su interior y enfrentarse a sus dolores, penas y miedos, y a partir de ello comenzar a trabajarlos, manifestarlos y expiarlos, lo que finalmente permite aprender a vivir con ellos y, posteriormente, la reparación”.