Fomentan lectura a niños y niñas del Sename en La Araucanía
Tras convenio establecido entre el Servicio Nacional de Menores y el Consejo Regional de la Cultura y las Artes, se han desarrollado laboratorios artísticos a cargo de los Centros de Creación (Cecrea).
Con la entrega de una biblioteca con libros, el Consejo de la Cultura y la Artes culminó el proyecto establecido con el Sename La Araucanía, destinado a potenciar el arte en niños, niñas y adolescentes, cuyos derechos han sido gravemente vulnerados y que se encuentran bajo el sistema de protección.
Las acciones comprometidas en el convenio abarcaron distintas disciplinas artísticas, en función de los intereses y edades de los destinatarios, correspondiéndole a niños y niñas del Centro de Reparación Especializada de Administración Directa (Cread) Belén, los laboratorios asociados al fomento lector.
De acuerdo al director regional del Consejo de la Cultura, Pedro Mariman, a partir de la iniciativa presidencial de los Centros de Creación se intenta abrir la posibilidad a niños, niñas y adolescentes para que puedan acceder, a través de laboratorios que relacionan arte, ciencia, tecnología y sustentabilidad, a imaginar y crear mundos posibles y reflexionar sobre sus propios mundos: “Se busca llegar a todos los niños, niñas y adolescentes, entre ellos los que han sido vulnerados o en tránsito a nuevas familias, a través de la lectura, la que les posibilita tener un ámbito de libertad en el plano de la imaginación y su estimulación”, señaló Mariman.
El laboratorio de fomento lector incluye una serie de actividades que –como su nombre indica- incentiva y genera condiciones para una lectura comprensiva por medio de juegos, cuentacuentos, apreciación táctil, visual y de discusión literaria, que en este caso se ajusta al nivel etario (el Cread Belén atiende a niños de entre 0 y 6 años) de los destinatarios.
Por su parte, Viviana Bustos, coordinadora de la Unidad de Protección de Derechos, manifestó su interés por continuar desarrollando actividades con el intersector, dada la responsabilidad de toda la institucionalidad pública en la protección y cuidado de los niños, niñas y adolescentes: “El arte y la cultura se convierten para nosotros en una estrategia de intervención, que contribuye a la resignificación del daño que tienen producto de las vulneraciones”, afirmó.
La profesional profundizó además en la necesidad de incorporar a los diferentes sectores de la sociedad en el proceso de protección, haciendo un llamado a continuar por la senda tomada por el Consejo de la Cultura y las Artes, que desde su propia especificidad colabora en el cumplimiento de estos objetivos.