Llegó al Centro de Internación Provisoria y de Régimen Cerrado de Cholchol con sólo séptimo básico, y hoy se encuentra matriculado en Topografía y Geomensura.

“Yo pienso que si no hubiera llegado acá, no hubiese estudiado nada”, dijo Nicolás Gutiérrez, de 19 años, quien cumple sanción en el Centro de Internación Provisoria y de Régimen Cerrado (CIP-CRC) de Cholchol, en La Araucanía, y que logró matricularse en la carrera de Topografía y Agromensura de la Universidad Católica de Temuco, con acceso a la gratuidad.

Gracias a su constancia, dedicación y estímulo de sus profesores y educadores de trato directo, descubrió que podía estudiar, que no era difícil para él y, sobre todo, que tenía habilidades para las matemáticas.

Cuando ingresó al centro de justicia juvenil de Cholchol cursaba séptimo año básico y accedió a estudiar en la escuela Inapewma, que se encuentra al interior del recinto. Ahí, con esfuerzo, fue cursando exitosamente los distintos niveles que lo llevarían a plantearse la posibilidad de continuar estudios superiores: “Mi familia está contenta, sobre todo mi mamá, porque seré el primero de mi familia que llega a la universidad. Descubrí que no era difícil, que podía estudiar, pues nos pasaban guías y las desarrollaba bien, así que entre estudio y talleres de arte, madera y pirograbado, fui profundizando mis deseos de salir adelante, a través de los estudios, porque estoy preparado y la palabra fracaso para mí hoy no existe”, afirmó Nicolás.

El joven lleva tres años en el CIP-CRC y le faltan aún cuatro meses para terminar el período de sanción impuesto por los tribunales. Dado su empeño y constancia, obtuvo el permiso de beneficio de salida semanal y luego permiso de salida con fines laborales y educacionales para asistir a un preuniversitario. En la actualidad, el equipo de profesionales que lo atiende se encuentra realizando el análisis del caso e informe a tribunales, lo que le podría permitir la posibilidad de estudiar con mayores facilidades.

Para Rodrigo Godoy, director (s) del Sename en La Araucanía, el proceso de reparación y reinserción social es complejo y arduo, sin embargo, las respuestas como las de Nicolás renuevan las fuerzas para persistir en este camino: “En materia de responsabilidad penal adolescente somos oferentes de servicios. No todos los jóvenes tienen la capacidad de poder observar y aprovechar las oportunidades que estamos entregando. Esta es una concreción del gran propósito que es reinsertar socialmente. De aquí en adelante las oportunidades las toma Nicolás, y estamos muy contentos por lo que ha hecho y seguirá haciendo”, señaló Godoy.

Nicolás sabe que, como cualquier persona, en algún momento equivocó el camino, pero su resiliencia y apoyo recibido le permiten observar un futuro distinto: “Todo es diferente, nunca pensé que iba estudiar, andaba metido en leseras pero después con el tiempo me di cuenta. Yo pienso que si no hubiese llegado aquí no hubiese estudiado”, aseguró con orgullo.