Vicepresidente del Consejo Consultivo de Niños y Adolescentes del Sename participó en Mesa de Diálogo Intergeneracional del IIN-OEA
Juan Pablo Guerrero, de 18 años, compartió experiencias mediante videoconferencia con miembros del Instituto Interamericano del Niño, la Niña y Adolescentes, reunidos en la instancia desarrollada en Panamá.
La Secretaría Nacional de Niñez, Adolescencia y Familia de Panamá (Senniaf), acogió la 93ª Reunión Ordinaria del Consejo Directivo del Instituto Interamericano del Niño, la Niña, y Adolescentes (INN-OEA). Centrada en la defensa de los Derechos Humanos, la iniciativa tuvo entre sus objetivos fomentar la creación de espacios de participación para niños y jóvenes, a través de los consejos consultivos de cada país miembro y de los mecanismos de articulación que previenen la violencia contra la infancia y adolescencia.
El INN es el organismo especializado de la OEA en materia de niñez y adolescencia. Como tal, asiste a los Estados en el desarrollo de políticas públicas, contribuyendo a su diseño e implementación en la perspectiva de la promoción, protección y respeto a los derechos de niños, niñas y adolescentes en la región. En cuanto al trabajo realizado por Chile como país miembro del Consejo Directivo, el Servicio Nacional de Menores (Sename) participa de forma regular entregando insumos al IIN para llevar a cabo los productos comprometidos en los planes de acción.
En este contexto, Juan Pablo Guerrero, vicepresidente del Consejo Consultivo de Niños, Niñas y Adolescentes del Sename, representó a Chile ante el INN-OEA a través de una videoconferencia, gracias a la gestión de las unidades de Relaciones Internacionales y de Prevención y Participación del servicio. En su intervención, Juan Pablo (18) se manifestó “contento y orgulloso de compartir e intercambiar experiencias con niños y adolescentes de otros países en materia de Derechos Humanos”.
Diputados juveniles, miembros de consejos consultivos y corresponsales infantiles de diversas naciones formaron parte de una mesa de diálogo intergeneracional que abogó, fundamentalmente, por “una participación activa y no decorativa de los gobiernos en la implementación de estrategias por la promoción y protección de los derechos de la niñez”.
Los representantes se comprometieron en capacitar a los niños, niñas y adolescentes de sus países, entregando la información necesaria para que, al igual que ellos, se conviertan en activos defensores de los Derechos Humanos, promuevan sus derechos y apoyen los acuerdos sociales, políticos y económicos de las naciones por una real integración de la infancia y adolescencia.