El curso taller se realiza en la Universidad Tecnológica de Inacap, donde los adolescentes comparten con estudiantes de otras carreras y conocen el ambiente generado por la vida universitaria.

Gran interés generó en un grupo de adolescentes que cumplen sanción en diversos programas de medio libre, coordinados por el Servicio Nacional de Menores (Sename) La Araucanía, la realización del Curso de Pastelería y Panadería en la Universidad Tecnológica de Inacap.

El programa involucró un costo de alrededor de 22 millones de pesos y fue contratado por el Sename, financiado por Servicio Nacional de Capacitación y Empleo, (Sence), en el marco del convenio establecido entre ambas instituciones del Estado. Además, se suma otro curso de operación y manejo de motosierras, cuyo financiamiento supera los 12 millones de pesos.

De acuerdo a lo explicado por José Rubén Hermosilla, gerente regional de capacitación de la Universidad Tecnológica Inacap, el programa consta de 250 horas lectivas en alrededor de 4 meses, en un horario intensivo de lunes a sábado desde las 14:00 a las 18:00. En este proceso los alumnos ven distintas técnicas culinarias pasando por comida chilena, internacional, panadería y pastelería. “Ellos se ven insertos en la vida universitaria y eso hace que de alguna forma esta experiencia sea conmovedora para ellos, pues durante la semana participan activamente en la vida universitaria en sus ámbitos extra-programático y de vinculación con el medio. Es decir, se encuentran en un ambiente que les hace sentido el estudiar”, indicó.

En tanto, la directora regional del Sename, Claudia De La Hoz, señalo que “es fundamental capacitar a los jóvenes en distintas áreas, pues de esta forma contribuimos entregándole herramientas necesarias que permitan apoyar su reinserción social y optar a un mejor futuro”.

A Javiera, de 17 años, proveniente de Padre Las Casas y que cumple sanción, quien es acompañada por el Programa de Libertad Asistida Especial de la Fundación Tierra Esperanza, resaltó la motivación que este curso le generó, por cuanto se encuentra aprendiendo técnicas culinarias específicas, pero también ciertas competencias asociadas: “Es muy buena la experiencia porque tengo la posibilidad de aprender cosas nuevas y elaborar cosas ricas para compartir en mi casa, como tortas y bombones. Gracias a esto puedo encontrar un trabajo y espero aprovecharlo al máximo”.