Siete jóvenes privados de libertad terminaron exitosamente su enseñanza básica y media
“La educación es uno de los derechos más importantes consagrado en la convención”, sentenció la directora del Sename Antofagasta.
Entre aplausos y felicitaciones, cinco jóvenes del Centro de Internación Provisoria y de Régimen Cerrado (CIP-CRC) de Antofagasta culminaron los estudios de enseñanza básica, mientras que dos recibieron sus licencias de enseñanza media, finalizando así una etapa fundamental en su vida escolar.
Junto a familiares y autoridades regionales, los adolescentes participaron de una emotiva ceremonia en la que recibieron diplomas que los certifican como egresados, además de premios al esfuerzo, superación y los mejores promedios. En la instancia los apoderados también les hicieron entrega de una vela, la cual simboliza el faro que debe guiar el camino del aprendizaje y la educación formal de cada uno.
Durante la ceremonia, la directora regional del Sename Antofagasta, María Inés Verdugo, afirmó que “sabemos que este camino ha sido difícil, complejo, pero la educación les da alas para volar, para imaginarse qué es lo que van a hacer cuando salgan del centro y tengan que seguir estudiando, capacitándose y formándose como personas. Gracias a las familias por su apoyo y a los profesionales del centro, del programa de reescolarización Pukará Sullay y del Anexo Liceo Antonio Rendic, por su compromiso al trabajar con estos jóvenes”, sostuvo Verdugo.
En la actividad se reconoció a la defensora regional, Loreto Flores y al seremi de Justicia y Derechos Humanos, Juan Enrique Jara, por su trabajo en pos de la reinserción educativa, social y laboral de los adolescentes del centro.