Desde septiembre de 2018 un grupo de 10 niños y niñas ha sido beneficiado con un curso semanal, el cual busca potenciar el desarrollo de habilidades socioemocionales.

Con la presentación de las destrezas aprendidas por los niños del centro de protección Galvarino, participantes en el taller de Taichí, culminó esta inédita iniciativa financiada por la Escuela Chen Bing Taichí Academy Chile.

El curso de cuatro meses tuvo entre sus objetivos el ser un aporte a las políticas de infancia, demostrando los significativos beneficios de esta disciplina para la salud física y mental de niños que han sufrido graves vulneraciones de derechos.

Para la directora del centro, Jessica Ponce, “según las evaluaciones realizadas, se confirma que la práctica del taichí ayuda efectivamente a mejorar el comportamiento de los niños en aspectos como el autocontrol, concentración y autoestima. Un indicador claro del éxito del taller fue la adherencia de los participantes, ya que de los 12 que comenzaron terminaron 10, sintiéndose contentos y satisfechos con la experiencia”, afirmó.

Dentro del programa general del curso, los niños y niñas tuvieron la oportunidad de visitar la escuela y recibir directamente las enseñanzas de su maestro fundador, Chen Bing. En la ocasión compartieron con sus pares de la Escuela Antártica Chilena de Vitacura, vestidos con la indumentaria tradicional y el logo impreso, gracias a la colaboración de los jóvenes del Taller de Serigrafía del Centro Semicerrado (CSC) La Cisterna.

El cierre del evento, llevado a cabo en el marco de las festividades de fin de año del Cread Galvarino, contó con la demostración del maestro instructor jefe, Alberto Catalán, quien transmitió a los niños y niñas los beneficios personales que se obtienen con la práctica del taichí, tanto en logros propios como en relaciones interpersonales de respeto mutuo.