En la Región de Los Lagos existen actualmente 31 usuarios de la red que asisten a la universidad, institutos profesionales o centros de formación técnica.

El Servicio Nacional de Menores (Sename) Los Lagos decidió hacer un reconocimiento a los jóvenes que siguen con sus estudios, organizando un desayuno en el que compartieron con el seremi de Justicia y Derechos Humanos y la directora regional del servicio. De los 31 jóvenes de la red Sename en Los Lagos que cursan estudios superiores, el 55% son niñas; el 77% se encuentran insertos en programas del área de Protección de Derechos y de ellos el 52% se encuentran viviendo en el sistema de residencias en la región, mientras que el resto participa de programas ambulatorios.

Respecto del tipo de institución en que estudian, el 52% lo hace en universidades cursando carreras como Ingeniería Naval, Psicología, Educación de Párvulos, Trabajo Social, Pedagogía en Artes Visuales y Educación Física, entre otras. Asimismo, un 45% estudia en institutos profesionales carreras como Electricidad, Técnico en Enfermería, Técnico de Nivel Superior en Diseño Gráfico e Ingeniería en Administración de Empresas.

La directora regional del Sename, Lilian Peña, señaló que “hoy estamos celebrando el inicio del año con una noticia importante: tenemos 31 niños de la red que inician su año académico en la educación superior. Es fundamental la forma en que los adolescentes se incorporan a los estudios, gracias a la entrega de herramientas para que en el futuro puedan trabajar y mejorar sus condiciones de vida”, sostuvo.

 “Los felicito y les doy las gracias, porque son un ejemplo a seguir no solamente para sus generaciones, sino también para los adultos”, afirmó por su parte el seremi de Justicia y Derechos Humanos, Alex Meeder.

Una de las asistentes al desayuno con la autoridad fue Bárbara, de 22 años, quien estuvo en una residencia Sename desde los 11 y hoy es titulada de Técnico en Hotelería y Turismo: “Con todo el tiempo que yo llevo viviendo y aprendiendo aún, puedo decir que el sufrimiento no se puede quitar, hay situaciones que uno debe vivir y superar, pero lo importante de esto es que uno sepa que siempre hay alguien que te puede contener, que te puede ayudar y tenderte una mano”, aseguró la joven. Sobre sus recuerdos de la vida en residencia, Bárbara expresó que “esto de llegar a mi casa y que me esperen con comida calentita, siempre con el cariño de las tías, es lo que lo hace sentir como un hogar, y eso es lo que yo sentí que era, mi hogar”.

La expectativa del Servicio Nacional de Menores en Los Lagos es qu el número de jóvenes que se encuentran en la red y que acceden a la educación superior vaya en aumento en los próximos años, gracias a la colaboración y apoyo intersectorial para seguir reforzando su derecho a la educación.