Comenzó el cierre del Cread Galvarino con la habilitación de la primera Residencia Familiar de la Región Metropolitana
Las niñas del centro se cambiaron de casa a la Residencia Familiar de Bilbao, donde fueron recibidas cariñosamente por los funcionarios en un espacio más personalizado, acogedor y seguro.
Con mucha alegría y entusiasmo, las 14 niñas del Centro de Reparación Especializada de Administración Directa (Cread) Galvarino llegaron hasta su nueva casa, la Residencia Familiar de Bilbao. La acción es parte del proceso de reconversión de los Cread para transformarlos en residencias familiares, que partió con el cierre del Cread Playa Ancha en Valparaíso, y así pasar del cuidado masivo a uno más personalizado, con infraestructura adecuada y un modelo de intervención acorde a las necesidades de niños y adolescentes vulnerados en sus derechos.
Las niñas fueron recibidas por la directora regional Metropolitana, Carla Leal, quien destacó la importancia del cambio: “Hoy se marca un hito histórico para el servicio en términos del nuevo modelo de cuidados alternativos. Esta es la primera residencia familiar de la Región Metropolitana, donde se cambian las 14 primeras niñas. Este es un proyecto enorme, un cambio estructural, estamos avanzando hacia cerrar definitivamente el Cread Galvarino”.
“Como equipo estamos muy contentos porque hoy comienza la primera parte de la reconversión de Galvarino, las niñas se van a la residencia familiar. Todos estamos muy emocionados con este nuevo ciclo, para ello hemos trabajado fuertemente con las familias, funcionarios y niños”, comentó Carmen Huenchumil, directora del centro de protección.
Alejandro Goye, director de la Residencia Familiar de Bilbao, agradeció el aporte de los trabajadores para iniciar el cambio de casa: “Asumimos este enorme desafío con entusiasmo, nuestro equipo está compuesto por diversos profesionales y hemos estado en capacitación del modelo durante más de un mes, por lo que estamos bien preparados para iniciar el cambio”.
El Cread Galvarino cerrará sus puertas definitivamente durante los próximos meses, trasladando a los niños restantes a dos residencias familiares en la Región Metropolitana. Las nuevas casas son espacios personalizados, con ambientes acogedores, habitaciones individuales o dobles y una fuerte vinculación con las redes comunales para el acceso a la cultura, educación y deporte.