Junto a la vacunación contra la influenza, controles sanitarios y la desinfección de los espacios, el servicio ha fortalecido talleres, reforzamiento escolar y el uso de tecnologías para que los niños, niñas y jóvenes mantengan el contacto con sus familias, considerando el contexto de aislamiento que se instruyó en los centros de Sename.

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Con el objetivo de disminuir los riesgos asociados al contagio del Covid-19, el Gobierno decretó cuarentena total para todos los centros de la red del Servicio Nacional de Menores (Sename), tanto de administración directa como de Organismos Colaboradores Acreditados. Ante esto, nuestra institución ha debido reforzar las rutinas diarias de sus usuarios, como una forma de aprovechar el tiempo libre, evitar el sedentarismo y hacer más ameno el aislamiento preventivo.

En la Región Metropolitana, las residencias familiares implementaron jornadas de estudio con la colaboración de monitores y equipos psicosociales. Las actividades educativas se realizan en la jornada de la mañana, utilizando las salas de estudio y espacios comunes. Los niños y jóvenes tienen a disposición computadores y material de estudio enviado por los diferentes establecimientos educacionales a los cuales asisten. En las tardes, los jóvenes de la Residencia San Miguel participan de talleres y actividades recreativas, instancias donde han compartido juegos de mesa, actividades de jardinería, cine, deporte y talleres de cuidado de salud implementadas por el Plan Coronavirus.

Los más pequeños de Casa Nacional del Niño mantienen sus rutinas pre escolares, dirigidas a trabajar áreas del lenguaje, el desarrollo psicomotor y la convivencia. Además, y gracias al convenio con el Consejo Nacional de Televisión, acceden a contenido audiovisual con programación educativa, conociendo sobre la cultura y tradiciones de Chile.

Sobre la actual contingencia, la directora nacional del Sename, Susana Tonda, sostiene que “nos tiene muy ocupados como servicio cómo seguimos fortaleciendo las rutinas y el entretenimiento de los niños, que por prevención y seguridad no pueden salir de los centros en estos momentos, a no ser que sea una urgencia”.

Regiones

En tanto, en Arica se realizó la desinfección preventiva en todos los centros de administración directa, con charlas de prevención en las residencias familiares. Paralelamente, las niñas y adolescentes de la Residencia Bárbara Kast, en Antofagasta, participan de entretenidos talleres de cocina, baile y manualidades durante la contingencia. En la residencia Alma, de Vallenar, los niños han celebrado varios cumpleaños con sus propias preparaciones, gracias a los talleres de repostería que reciben.

Por su parte, los niños que habitan la residencia Centro Vida, en La Serena, disfrutan de actividades deportivas al aire libre durante la cuarentena, mientras que en residencias de O´Higgins se han realizado talleres de cocina y clases de baile entretenido. En la residencia de adolescentes RSP ACJ Rancagua se llevan a cabo actividades de índole informativa, recreativa y manualidades, dentro de las que se encuentra un taller grupal de repostería​ agendado para esta semana.

En las residencias familiares de la regiones de Valparaíso y Biobío, niños y jóvenes pasan la cuarentena realizando las actividades que más les gusta, entre las que destacan los talleres de música, pintura, cocina, mosaico y el uso básico de tecnologías, para así mantener el contacto periódico con sus familias durante el aislamiento preventivo.

En La Araucanía, niños y niñas del Cread Belén que asisten a prekinder, kinder y primero básico, desarrollan actividades escolares y guías enviadas desde sus jardines y escuelas. Asimismo, a través de iniciativas artístico-culturales, jóvenes de la Residencia Familiar Coyhaique adaptan sus rutinas diarias a la realización de talleres de Cómics y Cerámica en Frío. Además, comprometidos con el autocuidado, integran a diario jornadas de estudio, talleres de cocina y belleza.

Cabe destacar que, a pesar de la suspensión de clases en los establecimientos educacionales, y gracias al apoyo de funcionarios y trabajadores de la red, los jóvenes que cumplen sanción en centros de justicia juvenil a lo largo del país siguen con sus estudios, a través de guías educativas que envían sus propios establecimientos educacionales.