Los implementos permitirán resguardar la salud del personal y de los niños, niñas y adolescentes que residen en el centro de protección colaborador del Sename.

El pasado 02 de mayo se dio a conocer el primer y único caso positivo de COVID-19 en residencias colaboradoras del Servicio Nacional de Menores en la Región de Coquimbo. Se trata de una educadora de trato directo, caso asintomático que fue detectado gracias a la pesquisa activa realizada por la Seremi y el Servicio de Salud Coquimbo a todos los centros de protección.

Lo anterior generó la oportunidad de comenzar un trabajo colaborativo entre el Sename Coquimbo y la Universidad de La Serena (ULS), que desde los inicios de la pandemia se encuentra fabricando escudos faciales a través de impresoras 3D. El proyecto de escudos faciales Covid-19 ULS3D+ es una cadena solidaria liderada por un equipo de académicos ULS, quienes de manera voluntaria transforman los aportes en insumo de instituciones públicas y privadas, como micas y filamento PLA, en este producto final.

Aunque el objetivo es ir en ayuda de los equipos de salud de la región, César Espíndola, integrante del equipo de académicos, destacó que “dada la contingencia, nos enteramos que la educadora de una residencia se había visto afectada por coronavirus, y por el contacto de la directora regional del Sename, Verónica Zárate, hicimos una excepción dentro de las mismas reglas que habíamos establecido de concentrarnos en el personal de salud, para así poder atender a la residencia Luis Gálvezy resguardar también a los niños”.

En total se entregaron 30 escudos faciales, los que fueron enviados hasta la comuna de Illapel para ser utilizados por las educadoras de la residencia, lo que permitirá dar a los equipos mayor seguridad para el desarrollo de sus funciones, como explicó la directora del Sename Coquimbo. “El aporte de los protectores ha sido un gran gesto de solidaridad orientado al cuidado y protección de niños, niñas, adolescentes y funcionarios de la residencia Luis Gálvez de Illapel, en especial por la compleja situación vivida respecto a un caso de Covid positivo. El apoyo entre instituciones es clave, por ello estamos agradecidos del aporte de la Universidad de La Serena y el trabajo que realiza para ayudar a la comunidad,pues esta crisis debemos enfrentarla entre todos”, recalcó Verónica Zárate.

Por su parte, Paula Campos, directora de la residencia, agradeció y destacó que “los escudos faciales han sido un aporte fundamental en términos de protección y cuidado,estamos enormemente agradecidos de la universidad y particularmente del equipo que fabrica los implementos”.

Finalmente, el académico César Espíndola dijo que esta colaboración es la primera de muchas que se realizarán a futuro. “La Universidad de La Serena tiene por principio de vinculación con el medio el compartir conocimiento que mejore la vida de las personas, así que esperamos que esta sea sólo la primera acción de colaboración y que podamos llegar con otras ayudas, para poder dar un mejor pasar a este proceso de aislamiento social que estamos viviendo”, concluyó.