Se inicia plan piloto “Nuevos Futuros” en La Araucanía
La iniciativa público-privada busca potenciar el cuidado de niños, niñas y adolescentes, a través de la formación de 250 trabajadores y trabajadoras de residencias a cargo de los organismos colaboradores del Sename.
Lanzado en Santiago, con la participación del ministro de Justicia y Derechos Humanos, Hernán Larraín; la directora nacional del Sename, Rosario Martínez; y la subsecretaria de la Niñez, Blanquita Honorato, entre otras autoridades, la instancia comenzó con la selección de La Araucanía para llevar a cabo el programa piloto, contando con el apoyo y compromiso de todas las instituciones y organizaciones que forman parte de este convenio.
La cobertura de capacitación alcanza a 250 trabajadores y trabajadoras de las distintas residencias de la región, con un presupuesto de 100 millones de pesos que considera clases teóricas y prácticas, así como la elaboración y reflexión de experiencias significativas, lo que será monitoreado por los profesionales a cargo del proceso de formación.
Claudia De La Hoz, directora regional del Sename, explicó que el proyecto se viene desarrollando desde 2018 entre los distintos órganos involucrados, tomando en consideración el diagnóstico integral respecto a la formación de los equipos a cargo del cuidado y la protección de los niños, un convenio entre Chile Valora y Sename, que dio paso al diseño de perfiles laborales y planes formativos para los tres cargos principales de las residencias de protección: director/a, dupla psicosocial y educadores de trato directo. “Con el fin de estandarizar y asegurar que las personas que trabajan en residencias posean las competencias necesarias para el trabajo con los niños, niñas y adolescentes y sus familias, se ha trabajado arduamente y con mucho compromiso con las autoridades y el equipo de Nuevos Futuros, para así viabilizar este proyecto en nuestra región e impactar directamente en el bienestar y calidad de vida de los niños”.
El programa piloto se iniciará en el mes de junio, para lo cual se estableció una metodología participativa, reflexiva y pertinente a las necesidades de la Región de La Araucanía y los desafíos para el nuevo sistema residencial chileno.