Avanzan trabajos en nuevas residencias familiares a lo largo de todo Chile
Los equipos están comprometidos con el proyecto de reconversión y avanzando a toda máquina, para así brindar a los niños, niñas y adolescentes en la red Sename un mejor espacio para vivir y desarrollarse de manera integral.
El Sename se encuentra en un profundo cambio desde el año 2018, especialmente en su área de Protección y Restitución de Derechos. En estos tres años se ha trabajado incesantemente para materializar el cierre de ocho Cread en todo Chile y seguir implementando el Nuevo Modelo de Residencias Familiares, con mejores estándares de atención.
En marzo de 2019 se dio inicio al cambio con el cierre del Centro de Reparación Especializada de Administración Directa (Cread) Playa Ancha, y los equipos de infraestructura del Servicio Nacional de Menores se encuentran trabajando arduamente en el proceso de reconversión de otros cuatro Cread de adolescentes a lo largo del país: Pudahuel, en la Región Metropolitana; Entre Silos, en el Maule; Capullo, en Biobío; y Alborada, en La Araucanía, para lograr durante el segundo semestre de este año culminar la implementación de 13 nuevas residencias familiares.
Al respecto, Rodrigo Montenegro, arquitecto del Departamento de Infraestructura del Sename, señaló que “vamos con un avance bastante importante en este cambio de paradigma, de pasar de una concepción más masiva, de clásicos pabellones de dormitorios, a una concepción más individual, donde el trato es personalizado y tenemos menos niños por residencia. Estamos comprometidos a full con este cambio”, comentó el profesional.
“Feliz de participar en el proyecto, soy testigo del estándar que se les está dando a los niños y niñas que habitarán estas residencias, ya que cumplen con todas las funcionalidades que se requieren para su desarrollo y bienestar. La invitación es que disfruten de estas casas, todo esto es pensado desde y para ellos”, agregó Maya Piñones, arquitecta del Departamento de Infraestructura y Finanzas del servicio.
La intervención de este nuevo modelo se centra en cuatro ámbitos que son fundamentales para un correcto y buen desarrollo de los niños, niñas y adolescentes: Residencias emocionalmente seguras; con un mejor acompañamiento terapéutico para niños, niñas y adolescentes; un mejor acompañamiento terapéutico familiar y/o para la vida independiente; y una adecuada articulación con redes de protección.