Las principales cifras e hitos del 2020 en las diferentes áreas de intervención del servicio están a disposición del público desde este 26 de mayo. La cuenta pública incluye los planes y acciones del Sename frente a la pandemia.

En el 2020 fueron atendidos en la red del Sename un total de 189.726 niños, niñas, adolescentes y jóvenes, tanto en las áreas de protección como de justicia juvenil, con un presupuesto que superó los 420 mil millones de pesos.

Durante el año, en el contexto de alerta sanitaria del país, Sename focalizó sus esfuerzos en mantener la continuidad operativa y asegurar el resguardo de los atendidos en el área de protección y de los jóvenes en el área de justicia juvenil.

El  área de protección fue la que atendió al mayor número de niños, niñas y adolescentes, alcanzando los 180.854. En este ámbito, tal como explica la directora nacional (s) Fabiana Castro, “Sename siguió fuertemente enfocado en cumplir con el mandato presidencial, respaldado por organismos internacionales, de hacer el cierre definitivo de los conocidos Cread para transformarlos en residencias familiares, las que son parte del nuevo modelo de intervención centrado en cuatro ámbitos fundamentales para el desarrollo integral de los niños, niñas y adolescentes: espacios emocionalmente seguros, con un mejor acompañamiento terapéutico individual, acompañamiento terapéutico familiar y preparación para la vida independiente, y una adecuada articulación con redes de protección”.

El 2020 se pudo concretar el cierre de 3 centros masivos, denominados Cread: el de Arica, uno en Concepción y otro en Santiago (Cread Galvarino). Además se abrieron 7 nuevas residencias familiares, con lo que se completaron 16 en todo el país.

A pesar de la pandemia el trabajo en el área de adopción se continuó realizando, y durante el año se concretaron 258 adopciones. El 97% de ellas fueron de niños y niñas que permanecieron en el país.

En el área de Justicia Juvenil, a cargo de la reinserción social de los adolescentes que infringieron la ley, los esfuerzos se centraron en mantener la atención en los programas y centros en que los adolescentes cumplen medidas cautelares o sanciones, adaptando el funcionamiento a las definiciones entregadas por la autoridad sanitaria ante la pandemia.