Más de un centenar de jóvenes en justicia juvenil del Sename iniciaron sus estudios superiores
Se trata de jóvenes que están cumpliendo alguna medida cautelar o una sanción por orden de los tribunales de justicia, siendo su ingreso a una carrera de educación superior un gran paso en sus procesos de reinserción social.
“Al estar privado de libertad tuve la oportunidad de estudiar, la aproveché y ahora quiero poner todo de mi parte para sacar mi título”, afirma Pablo, de 19 años, quien permanece en un centro de justicia juvenil del Sename y este año ingresó a Gastronomía Internacional. Matías, también de 19 años, comenzó a estudiar Administración de Empresas y expresa que “al seguir estudiando espero ayudar a mi familia, ejercer y desarrollarme como persona”.
Ambos son parte de los 107 jóvenes en justicia y reinserción juvenil del Sename que están comenzando sus estudios superiores en una universidad, instituto profesional o centro de formación técnica. La mayoría corresponde a quienes cumplen sanciones (66), ya sea en un recinto de justicia juvenil o en un programa en libertad. También hay ingresos entre quienes cumplen un programa de salida alternativa (22) y entre quienes están con una medida cautelar (19).
La directora nacional del Sename, Rosario Martínez, expresó que “el ingreso de estos jóvenes a educación superior es un gran paso en sus procesos de reinserción social. Esto es gracias a sus propios esfuerzos, pero también gracias al apoyo de los equipos que trabajan con ellos tanto al interior de los centros del Sename como en los programas en que cumplen medidas y sanciones en libertad. Vamos a hacer todo lo que esté a nuestro alcance para que puedan concluir sus estudios de manera exitosa”.
En cuanto a las carreras, 33 jóvenes -un tercio de quienes inician sus estudios- optaron por una carrera del área de ingeniería, entre ellas mecánica, construcción y electricidad.
Las regiones que tienen un mayor número de ingresos son Metropolitana, Valparaíso y Biobío, coincidiendo con las zonas del país donde Sename atiende a la mayor cantidad de jóvenes por orden de los tribunales.
Del total, 10 casos corresponden a jóvenes que permanecen en centros de régimen cerrado, es decir, que cumplen una sanción privativa de libertad en un recinto administrado por Sename, con reguardo de Gendarmería. En estos casos, el director de cada centro puede autorizar la salida a clases de los jóvenes, con un estricto control de asistencia. Se trata de 3 jóvenes de recintos de la Región Metropolitana, 3 del centro ubicado en Limache, 3 del centro de Coronel y 1 del recinto de Graneros.