Jóvenes privados de libertad acceden a una amplia oferta en atenciones de salud
El trabajo mancomunado entre el Servicio Nacional de Menores (Sename) y el Servicio de Salud Coquimbo, permite que adolescentes y jóvenes que se encuentran en el Centro de Justicia Juvenil de La Serena puedan recibir distintas prestaciones.
Búsqueda activa de casos (BAC), aplicación de dosis de refuerzo contra el COVID-19 e inoculación contra la influenza, son algunas de las prestaciones que han recibido durante los últimos días adolescentes y jóvenes que se encuentran en internación provisoria o régimen cerrado en el centro dependiente del Sename Coquimbo.
Los operativos médicos, coordinados junto al Servicio de Salud Coquimbo en virtud del trabajo intersectorial entre ambas instituciones, también beneficia a las funcionarias y funcionarios que se desempeñan en el recinto ubicado en el sector de El Olivar, en Las Compañías.
Para la directora del Sename Coquimbo, Fernanda Alvarado, el trabajo conjunto “es fundamental para contribuir en mejorar las condiciones de los jóvenes que hoy se encuentran en Sename, por eso siempre agradecemos el apoyo constante del Servicio de Salud y la seremi, ya que a través del convenio de colaboración intersectorial se pueden realizar diversas instancias en los centros que son de administración directa de nuestra institución“.
Los operativos de salud se materializan a través del Cesfam Cardenal Raúl Silva Henríquez, específicamente por el Programa de Reforzamiento de la Atención Primaria de Salud, PRAPS, orientado a resolver los problemas más urgentes de acceso, capacidad resolutiva y cobertura asistencial.
Atención dental
Otra de las prestaciones que están recibiendo adolescentes y jóvenes privados de libertad es la atención dental, principalmente diagnóstico, limpieza y tratamiento de piezas. En ese sentido, Fabián (17), uno de los jóvenes beneficiados, señala que “ya que no podemos salir a hacernos una limpieza, por ejemplo, me parece muy bien que vengan al centro a atendernos, más encima gratis, es una buena acción. Yo uso frenillos, entonces me hacía falta que me atendieran”.
Jaime Sepúlveda, cirujano dentista del programa PRAPS, añade que “hay jóvenes a los que llevo atendiendo más tiempo, quienes han recibido un tratamiento integral y en su mayoría ya tienen una dentadura más sana. Con ellos se realizan controles y labores más preventivas, como limpieza”. Explica que, en el caso de los usuarios nuevos, es decir, adolescentes en internación provisoria, “presentan más problemas, ya que en general el acceso a la salud odontológica en Chile no es muy bueno. Considero que tienen el privilegio de tratarse acá mismo y de recibir una atención integral, ellos lo agradecen porque le toman el peso al problema que tienen, de su diagnóstico. He visto cambios reales en su salud bucal, en su higiene, constancia y adherencia al programa”, finalizó el especialista.