La instancia constó de dos jornadas y media a cargo del Centro de Justicia y Sociedad UC, quienes han desarrollado estudios sobre los diversos cambios con la migración en nuestro país.

Una interesante capacitación se dictó en Rancagua a profesionales de la red del Servicio Nacional de Menores (Sename) O’Higgins, por parte del Centro de Justicia y Sociedad de la Universidad Católica. Denominado “Taller formativo en enfoque intercultural para el abordaje de adolescentes y jóvenes en contexto de movilidad humana”, se desarrolló en el auditorio de la Policía de Investigaciones.

Entre los y las profesionales destacaron equipos que trabajan en la intervención de adolescentes que cuentan con alguna medida o sanción determinada por el Tribunal de Garantía competente, según la Ley de Responsabilidad Penal Adolescente (LRPA), en programas del medio libre o en el Centro de Régimen Cerrado (CRC) de Graneros, migrantes en situación irregular y personas pertenecientes a algún pueblo originario.

La directora ejecutiva del Centro de Justicia y Sociedad UC, Catalina Droppelmann señaló que “la experiencia del taller fue muy provechosa durante los tres días que duró”. Asimismo, indicó que se trabajó “con conceptos novedosos para los y las participantes tocando temas que no se han abordado, también tratamos de interrogarnos respecto a la manera en que históricamente hemos visto y se han venido aplicando las nociones de rehabilitación, de reinserción, cuestionar esos preceptos; yo creo que eso funciona, porque logramos que los y las profesionales se centren y comiencen a pensar en términos más interculturales”.

Respecto a cómo visualiza el futuro en el trabajo con jóvenes en conflicto con la ley, Droppelmann sostuvo que “se generó una apertura en la intervención, mucho más allá de los adolescentes migrantes que están en justicia juvenil. Son herramientas que permiten trabajar con jóvenes que no necesariamente son migrantes, sino que también presentan desafíos importantes para su intervención, una aproximación más orientada a los cambios, con más integración y no estigmatización para la intervención en general con los adolescentes”.